¡Hola de nuevo!
Ya va una semana de curso y siendo sincera, no hay mucha carga de estudios de momento, asique mejor os voy a hablar de lo que realmente echo de menos estos días: MI PUEBLO.
Castroverde de Cerrato es un pueblo pequeño, de unos 190 habitantes, aunque en invierno este numero disminuye bastante y en verano aumenta, como en todos los pueblos supongo.
Mi casa está en todo el centro, entre las dos plazas que hay en el pueblo, por lo que todo está muy cerca de casa.
El pueblo es tan pequeño que solo hay un bar y una farmacia, todo en la calle principal. Para comprar el pan, viene el panadero de un pueblo de al lado, con una furgoneta y cuando suena el claxon, sale todo el mundo a comprar el pan.
Mi abuela vive sola, con mi primo en esa casa, que la mayoría de las veces se la hace muy grande, ya que esa casa, fue construida por mi abuelo para que viviesen mi padre, sus cinco hermanos, mis abuelos y los animales que tenían.
En el pueblo apenas hay cobertura y aunque digan que los jóvenes de hoy en día no podemos vivir sin las tecnologías, yo creo que es mi momento favorito del verano, no nos hace falta el móvil para nada, todos somos vecinos, hay cuatro sitios contados en los que puedan estar tus amigos asique no tiene perdida, les encuentras seguro.
Además no hay horarios, llegas al pueblo, dejas las maletas en casa y sales, solo se vuelve a dormir a casa y opcionalmente a comer, porque la mayoría de los días comes o cenas en la peña o en el bar o en el pueblo de al lado.
Agosto es mi mes favorito por esta razón, porque el pueblo se llena de las mismas caras conocidas de toda la vida, además son las fiestas, la segunda semana y creo que no hay mejor momento que ese, todas las peñas por fin reunidas, familiares o amigos que solo vienen en esas fechas, las calles llenas de música y gente...
Además en agosto son también las fiestas de los pueblos del resto del Valle, otro de mis momentos favoritos son los paseos largos para ir al pueblo de al lado a las fiestas y lo mejor es la vuelta, llegando con el amanecer y mientras comentar todo lo ocurrido durante la noche, para luego llegar a nuestro pueblo, desayunar un café en el bar e irnos a dormir.
Sin duda son momentos que no cambiaria por nada.
Gracias abuelos por nacer en un pueblo perdido del Valle Esgueva.
HASTA LA PRÓXIMA.
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